Acceso Universal a las TIC contra el Aislamiento Social
La Coordinadora de Mentoría Social reivindica el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación como un derecho de primer orden para todas las personas
La Brecha Digital sigue afectando a un 8% de la población española, que verán altamente reducido el contacto con su entorno durante el confinamiento
El actual contexto de crisis causada por el avance del COVID-19 a nivel mundial está evidenciando de nuevo una problemática recurrentemente silenciada en nuestra sociedad: existe una gran brecha digital que, en el momento presente, aísla a las personas y familias más vulnerables de sus contactos y relaciones próximas. En una sociedad ampliamente mediatizada, en la que estamos viendo cuán fundamentales se han vuelto las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), cerca de un 8% de la población española sigue sin tener acceso a Internet, según los datos del INE (2019).
Durante el período de estado de alarma actual, se están dando a conocer multitud de recursos virtuales a través de los cuales se anima a las familias a mantenerse activas y distraídas. Entre otros:
1. Los centros educativos reglados buscan recursos para minimizar los efectos del cierre de las escuelas mediante plataformas virtuales.
2. Los gobiernos habilitan herramientas para el control de la salud de la población a través de aplicaciones móvil.
3. Surgen ideas online para realizar todo tipo de actividades, sobre todo para mantener distraídos a los más pequeños: desde tutoriales para hacer deporte en casa hasta plataformas de streaming.
4. Nos mantenemos en contacto con nuestro entorno y nuestro trabajo mediante herramientas para video llamadas y videoconferencias, a través de las cuales nos podemos seguir viendo y comunicando de manera más o menos cercana.
En este contexto, desde el ámbito de la mentoría social también estamos trabajando para adaptar el trabajo y los encuentros presenciales entre parejas de mentoría al formato virtual, fomentando el uso de nuevos canales que hasta el momento no habíamos explotado. Siendo la mentoría social una metodología de intervención dirigida a personas en situación de vulnerabilidad, nos estamos encontrando con dificultades para garantizar la igualdad de oportunidades ante la forzada adaptación tecnológica de nuestros proyectos, puesto que no siempre los medios propuestos son de acceso universal. Como parte de los colectivos con menos recursos, tanto económicos como sociales, las personas mentoradas que no tienen un acceso regular a tecnologías y a Internet pueden encontrarse aisladas por la pérdida de las relaciones personales.
Las entidades de la Coordinadora de Mentoría Social entendemos la mentoría social como una herramienta de promoción, mejora de la autoestima y apoyo emocional externa al entorno familiar. Con esto en mente, ahora más que nunca las relaciones que la mentoría ofrece son necesarias para sostener la estabilidad emocional. Conscientes de que la situación actual de confinamiento afecta a todas las personas debido a la pérdida de contacto con el entorno social, resulta fundamental que aquellas personas que de por si cuentan con un menor apoyo puedan seguir comunicándose con sus personas de confianza.
La crisis del COVID-19 está, sin duda, afectando al 100% de la sociedad, en mayor o menor grado. Cuán fuertes salgamos de esta situación dependerá de nuestra capacidad de haber construido puentes de apoyo y confianza con los demás. Es por ello por lo que reivindicamos el acceso a Internet y a las TIC como un derecho de primer orden para todas las personas. Con tal de mantener las relaciones de mentoría durante el confinamiento, el acceso a las comunicaciones se convierte en un elemento crucial que determinará, y mucho, la calidad e impacto del acompañamiento. De ahí nuestro llamamiento a las administraciones públicas, así como a las grandes compañías del sector de las telecomunicaciones, a que hagan todo lo que esté en sus manos para garantizar dicho acceso, especialmente para las personas más vulnerables.
Del mismo modo, reivindicamos el derecho de todas las personas a construir relaciones positivas con referentes fuera del entorno familiar, especialmente en momentos como el presente, pero extendiendo esta necesidad a todos los contextos de nuestras vidas. Existe un 50% menos de posibilidades de que se generen relaciones de mentoría naturales positivas en los entornos vulnerables que en los más acomodados. En el contexto actual de distanciamiento social, la Brecha Digital no hace más que incrementar esta desigualdad. Esto deja aun más desprotegidos a colectivos como el de las personas refugiadas y/o migrantes, los y las jóvenes extuteladas, o las mujeres y menores que viven con un maltratador, por citar algunos casos.
La ansiedad, el miedo o el aislamiento social que produce el confinamiento forzado por el COVID-19 son riesgos de los que las autoridades sanitarias están alertando. Con tal de evitar o minimizar situaciones de estrés, es necesario, además de el acceso a información veraz y contrastada, poder seguir en conexión con el entorno, manteniendo las relaciones personales en la medida de lo posible o saber que podemos contar con alguien. Debemos poder informarnos sobre las medidas de prevención y los protocolos en caso de contagio, así como comunicar a nuestro entorno y a las autoridades sanitarias de posibles casos de COVID-19. Por todo ello, desde el sector de la mentoría alzamos la voz para reclamar acceso a las TIC para el 8% y para poder seguir ofreciendo el acompañamiento necesario a las personas mentoradas que están viendo reducidos sus contactos y sus relaciones positivas, imprescindibles para mantener su salud psicológica en tiempos de crisis.
Con este comunicado, nos sumamos a las reivindicaciones de otros sectores que ya están trabajando en esta misma línea, como se manifiesta en los comunicados de la Plataforma del Tercer Sector y la Taula del Tercer Sector.